MENSAJE DEL SEÑOR OBISPO
Al final de la Procesión del Silencio
Xalapa, Ver., a 06 de Abril 2007.- En este día nos unimos al dolor de María Santísima, manifestándolo con una Procesión en Silencio, que parte de la Parroquia de Las Américas hacia la Catedral de nuestra ciudad; lugar donde el Señor Obispo, Sergio Obeso Rivera, dirige un mensaje al pueblo.
Cabe hacer mención que durante el recorrido de la procesión, por momentos se dejaba sentir el chipi chipi tradicional de Xalapa, y en los momentos en que nuestro Obispo dirigía su mensaje, empezaba a llover con un poco más de fuerza, pero nadie se movió de su lugar hasta que el Obispo terminó.
Su mensaje dice lo siguiente:
- Estamos en el corazón mismo de la celebración de la Pascua.
Hoy a las tres de la tarde recordábamos la muerte de Cristo, como preludio de su resurrección y mañana en la noche estaremos celebrando esa resurrección gloriosa del Triduo definitivo de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte.
Pero en esta noche, hemos querido hacer un lugar a la Santísima Virgen María, cierto, indudablemente en el corazón de la Pascua, su núcleo esencial está presente por la persona de Cristo.
Hemos participado en esta procesión en silencio, y a este acto lo llamamos “El Pésame a María Santísima”.
En muchas culturas, estilos de vida y nosotros estamos incluidos ahí, cuando muere alguien que tenemos cerca de nuestro corazón por diversas razones, sentimos la necesidad de decirle: “me pesa este acontecimiento como te pesa a ti".
Eso que llamamos el pésame, es una actitud de conmiseración porque es hacer nuestro el dolor de la persona que parte, su dolor, sentimos que es nuestro dolor.
Con esta procesión le hemos querido dar el pésame a María Santísima por lo que apesadumbra su corazón, con la muerte trágica y dolorosa de su hijo Santísimo.
Recordaría María Santísima aquellos momentos en que tuvo por primera vez en sus brazos a su hijo Jesús.
Luego recordaría a su hijo adolescente, participando de sus juegos propios y deberes de su edad.
Aquellas circunstancias en que Jesús se estuvo preparando tantos años, y verlo partir del hogar.
El momento en que lo vio salir presintiendo que esa salida desembocaría en una tragedia en la Ciudad Santa de Jerusalén.
Los momentos que alcanzó a acompañar a su hijo cuando compartió con el la alegría de los esposos en las bodas de Canaá de Galilea, y así hasta llegar a la pasión.
Paso a paso, María siguió a su hijo en el camino del Calvario, lo vio clavado y muerto en la cruz. (Fuente: InfoJerusalén )
Al final de la Procesión del Silencio
Xalapa, Ver., a 06 de Abril 2007.- En este día nos unimos al dolor de María Santísima, manifestándolo con una Procesión en Silencio, que parte de la Parroquia de Las Américas hacia la Catedral de nuestra ciudad; lugar donde el Señor Obispo, Sergio Obeso Rivera, dirige un mensaje al pueblo.
Cabe hacer mención que durante el recorrido de la procesión, por momentos se dejaba sentir el chipi chipi tradicional de Xalapa, y en los momentos en que nuestro Obispo dirigía su mensaje, empezaba a llover con un poco más de fuerza, pero nadie se movió de su lugar hasta que el Obispo terminó.
Su mensaje dice lo siguiente:
- Estamos en el corazón mismo de la celebración de la Pascua.
Hoy a las tres de la tarde recordábamos la muerte de Cristo, como preludio de su resurrección y mañana en la noche estaremos celebrando esa resurrección gloriosa del Triduo definitivo de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte.
Pero en esta noche, hemos querido hacer un lugar a la Santísima Virgen María, cierto, indudablemente en el corazón de la Pascua, su núcleo esencial está presente por la persona de Cristo.
Hemos participado en esta procesión en silencio, y a este acto lo llamamos “El Pésame a María Santísima”.
En muchas culturas, estilos de vida y nosotros estamos incluidos ahí, cuando muere alguien que tenemos cerca de nuestro corazón por diversas razones, sentimos la necesidad de decirle: “me pesa este acontecimiento como te pesa a ti".
Eso que llamamos el pésame, es una actitud de conmiseración porque es hacer nuestro el dolor de la persona que parte, su dolor, sentimos que es nuestro dolor.
Con esta procesión le hemos querido dar el pésame a María Santísima por lo que apesadumbra su corazón, con la muerte trágica y dolorosa de su hijo Santísimo.
Recordaría María Santísima aquellos momentos en que tuvo por primera vez en sus brazos a su hijo Jesús.
Luego recordaría a su hijo adolescente, participando de sus juegos propios y deberes de su edad.
Aquellas circunstancias en que Jesús se estuvo preparando tantos años, y verlo partir del hogar.
El momento en que lo vio salir presintiendo que esa salida desembocaría en una tragedia en la Ciudad Santa de Jerusalén.
Los momentos que alcanzó a acompañar a su hijo cuando compartió con el la alegría de los esposos en las bodas de Canaá de Galilea, y así hasta llegar a la pasión.
Paso a paso, María siguió a su hijo en el camino del Calvario, lo vio clavado y muerto en la cruz. (Fuente: InfoJerusalén )
Imagen tomada durante la Procesión del Silencio, en la cual participaron más de tres mil personas.
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